EL PARAÍSO, El Paraíso. Imposible iniciar un recorrido turístico por los parajes naturales de este bello municipio, sin haber saboreado una deliciosa taza de café elaborado por manos paraiseñas, cuyo grano es producido a una altura de 1,398 metros sobre el nivel del mar.
No es posible hablar de un corredor turístico omitiendo lo que engrandece a su gente que desde la fundación del municipio hace 143 años su principal patrimonio es el café, en otros términos, lo que define la identidad de un pueblo es el patrimonio del cual han vivido por más de una centuria de lucha constante, siguiendo el legado de sus fundadores que no solo sembraron la semilla del conocimiento, sino del grano que representa su esencia como pueblo.
Los pueblos crecen y desarrollan, primero por el empuje que les da su gente y segundo; por la inversión y las ideas que llegan de afuera. Sin el segundo de estos elementos resulta imposible el desarrollo porque las ideas son como el abono a la tierra que se vuelve improductiva.
En Honduras se considera el turismo como uno de los rubros más importantes del desarrollo después de las remesas que envían los connacionales que, por falta de un empleo digno, abandonaron su patria para ir en busca de las oportunidades que aquí no encontraron o sencillamente les han sido negadas por los gobiernos carentes de visión.
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